sábado, 26 de mayo de 2012

Nacer parado, ha nacido INEM !!


Hubo una época en la cual, cuando un bebé nacía, llegaba a este mundo con “un pan bajo el brazo”. Desde esta pasada semana, ya hay quien ha nacido en la cola del paro. Si, su madre, Clarice, estaba cuando el bebé nació, en la cola del Inem. No, no se han comido el “coco” a la hora de ponerle nombre, se llamará INEM.


Clarice, la madre, una cocinera nigeriana de unos 40 años y que tiene ya varios hijos, reside en España desde hace algunos años. "Su padre le ha puesto Inem", explicaba en el hospital Clarice, que asegura que no se "esperaba el parto; ocurrió todo muy rápido; fue como una película".
 La mujer estaba en la semana 35 de gestación.


Curiosamente, una médico brasileña Simone Saurim, una psiquiatra desempleada de brillante currículum que iba a apuntarse también al paro, atendió este miércoles pasado el parto en una oficina de empleo (INEM) en Alcorcón, donde una mujer que estaba en la sala de espera ha dado a luz.

El tumulto que se generó en el local en el momento del parto no impidió que algunos funcionarios siguieran con su trabajo de atender a los demandantes de empleo, según testigos presenciales. Curioso, por lo original para la mayoría de los que hemos conocido esta noticia y por lo positivo del evento a pesar de ser en una oficina del Inem.

También es verdad que; “la mies es mucha y los obreros pocos”…a esto habría que añadir que; “ y los parados, demasiados”. 


Es niño y se llamará INEM.



Ha sido niño, y nació el pasado miércoles en una oficina de empleo de la localidad madrileña de Alcorcón , y se llamará Inem, en recuerdo del lugar en el que vino al mundo inesperadamente, entre personas que hacían cola para demandar trabajo.

La mamá, llevaba algo más que papeles con ella. La madre del bebé, Clarice, ha explicado este pasado jueves, en el hospital de Alcorcón a Efe-Televisión que ha decidido ponerle de nombre Inem "para que se acuerde de dónde ha nacido", una oficina de empleo de la calle Puerto de Lagos de Alcorcón llena de demandantes de empleo, y asistido por una médico psiquiatra.


La mujer confía en que esto sea una señal para que ella encuentre trabajo "rápidamente", ya que precisamente estaba en esa oficina demandando un empleo.

Se trata del sexto hijo de Clarice y su marido, pero a diferencia del resto vino al mundo "inesperadamente", un mes antes de lo que les habían dicho, y en apenas veinte minutos. "Fue más o menos como en una película", ha explicado Clarice, que ha relatado que al ir a la oficina del Inem se sentía "un poco de molestia y dolor" que consideró "normal, por la postura y por el tiempo de embarazo".


Una vez en la oficina aumentaron las molestias, comenzó a encontrarse mal y pidió a los empleados de la oficina que la atendiesen rápido porque pensó que podía estar de parto. "Me abrieron paso hacia una mesa pero el ordenador no funcionaba, momento en el que sentí dolor, fui al baño y dije que no podía esperar más, que me dieran otra cita o un justificante para poder volver otro día... pero mientras hacían eso se puso más fuerte el dolor, hasta que rompí aguas y ya no podía hacer nada, y di a luz", ha relatado.

Los trabajadores preguntaron si había algún médico en la sala y una doctora de 32 años, especializada en Psiquiatría, la atendió con ayuda de varias personas que estaban en el local, que le fueron dejando prendas de ropa, e incluso empleados de un bar cercano que llevaron paños y agua caliente. Clarice ha incidido en que todo "fue muy muy rápido, nadie lo esperaba", incluida ella, y todo el proceso duró apenas veinte minutos, de manera que el bebé nació allí, antes de que llegase la ambulancia.



Ahora la madre se recupera en el hospital de Alcorcón junto a Inem, y confía en que este feliz suceso sirva para encontrar un trabajo de cocinera, que es a lo que se dedicaba antes de quedarse en paro, "o de cualquier otra cosa que venga".

 La mujer lleva casi veinte años en España y a sus 40 años tiene seis hijos, el mayor de ellos de 22 años.

Dios quiera que en este caso, Inem, nuevo en la familia, les traiga trabajo y más calidad de vida…en esta querida España.

domingo, 20 de mayo de 2012

Y el Chelsea, gritó “Campeones oe oe oe “ !!


Era la primera vez que este equipo londinense, en toda su historia, se proclamaba campeón de la EUFA Champions Ligue. Buen momento para sacarse de encima esa rabia contenida fruto del fracaso de los últimos años. También, de cantar esa canción tan socorrida internacionalmente y perteneciente al grupo británico Queen. 

Pues no, alguien del grupo, con experiencia reciente en levantar trofeos, cantó el “Campeones oe oe oe”, y sin pensárselo, todos, ese grupo tan heterogéneo de tantos pases e idiomas, cantaron y jalearon la victoria en español. 



No sabemos si Juan Mata, el nuevo “cerebro” del Chelsea o la personalidad de “El Niño”, influyeron mucho para este detalle. El caso es que, este Chelsea, en Europa, cantaban poco. Más bien, escuchaban. Y afortunadamente para los españoles, estos últimos años y confiemos que en este también, los cánticos a la hora de celebrar una victoria futbolística en Europa o en el Mundo, han sido en español. 


Por otro lado, desde España, estábamos con ganas de que vencieran estos azules, antes “blues”, de Londres. Ahora, los del Chelsea de Mata, Oriol y el “Niño” Torres. Y empujamos con ilusión y allí vimos a Robben y a Neuer, grandes deportistas, y en algunos casos, faltitos de humildad, como por el contrario, lamentaban esa moneda al aire que son los penaltis.


Un amigo me llamaba por teléfono ayer noche y me decía; ”Neniño, quien a hierro mata a hierro muere”. No, no fue muy afortunada la frase bíblica para un tema deportivo. Mi amigo, eso pienso yo, se equivocó al comparar el sentido de dicha frase, con lo que es el azar y el juego. 


El futbol, a veces nos olvidamos, es un deporte y un juego, unas veces se gana y otras se pierde. Y en el caso de los penaltis, actúa el azar. Y cuando se gana, hay que dar gracias a Dios como lo hizo Drogba y consolar a los desafortunados que , por el contrario, no obtuvieron esa suerte. 


Ese detalle, engrandece a la persona de Drogba, por encima del gran futbolista que es. Y empequeñecen a los que sacaron pecho cuando les fue favorable o los que en caso de Ramos, se ensañan con los vencidos.


Amigo Sergio, te admiro como futbolista, eres buena persona, pero lo de tu Twitter a Neuer, sobró. 

La suerte, no está en manos de unos o de otros, escapa de los humanos. Estos, sufrimos o gozamos en función como nos haya ido la fiesta. 


sábado, 5 de mayo de 2012

Felicidades Mamá, siempre estás conmigo !!


Decía Xuxo, el primo gallego de Curro, en aquellas tardes de los sesenta a Carmiña, la abuela de ambos;”ay abueliña, que guapita estás esta tarde”, a lo que contestaba la ya anciana y con una ligera sonrisa; “ Lo siento, neniño, eu non teño suelto”. Con lo cual, sobraban las zalamerías interesadas del primo Xuxo a su abuela, ya que la cosa no estaba para ni siquiera los dos reales de propina para el interesado piropo.


En aquellos comienzos de los sesenta en una aldea gallega, era habitual que los abuelos y abuelas, se hicieran cargo de los “nenos” ya que los padres y madres de estos, estaban algo lejos de la aldea y si me apuran de la Península, bien en Europa o allende los mares.


Rosalía de Castro puso la letra a esa poesía que nos cuenta lo que el gallego o gallega que marchaba de su tierra en busca de trabajo que proporcionara lo necesario para la familia, bien los niños como los abuelos que quedaban allá en la aldea…

“Adiós, ríos; adiós, fontes;
adiós, regatos pequeños;
adiós, vista d'os meus ollos,
non sei cándo nos veremos

¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Deixo a casa onde nascín,
deixo a aldea que conoço,
por un mundo que non vin!

Deixo amigos por extraños,
deixo a veiga pol-o mar;
deixo, en fin, canto ben quero...
¡quén puidera non deixar!



A lo largo de esta poesía que Amancio Prada puso música, nos da a entender la pena que esa mujer y /o ese hombre, abandonaba su aldea, su familia, amigos, rincones, costumbres, la vida que conocía por algo que al otro lado del charco desconocía y que a la vez, esperaba que a base de su trabajo aportara la alegría de aquel lugar y personas que dejaba, quizá esos duros que tanto necesitaban. A cambio, ese esfuerzo, esa morriña y saudade que le acompañarían por tantos años en tierras extrañas.


Esta última estrofa, ya en castellano, viene a decir así; “Dejo amigos por extraños, dejo la vega por el mar, dejo, en fin, cuanto quiero… ¡quién pudiera no dejar!! Pues si, muchas se esas gallegas, eran madres, como las de Xuxo y Curro.

En la despedida, lágrimas en los ojos, abrazos a los niños y mil y una recomendaciones para los abuelos, titos, vecinos, maestro de la aldea de al lado, al sacerdote que les ayudara con lo de las cartas, que fueran buenos “nenos”, que les vigilara…todas las recomendaciones y favores que pedía Maruxiña, eran pocas. Allá en la aldea, dejaba a padres, familia y a sus rapaces…todo cuanto quería.


Las cartas, cuando llegaban, se celebraban y eran los abuelos quienes reunían a los nietos y las leían, antes, nos explicaban como había podido llegar la carta hasta la aldea, que si los correos de aquel país americano , que si pasaban por Madrid, que si luego Coruña, etc, los niños, terminábamos por entender lo que contenían las cartas pasados unos días, ya que por más interés que ponían los abuelos, se turnaban para seguir leyéndolas, las lágrimas y emociones se las impedían, por lo tanto, a trozos, en una semana , ya las íbamos entendiendo. A veces, la abuela, al reñirnos, ponía en la carta de mamá, algo de su cosecha, al decir; “no lo digo yo, lo dice tu mamá en la carta”. Santa palabra, la tarea y sin rechistar se hacía en minutos.

No cabe duda que cuando el periplo americano finalizó, nuestros padres regresaron a la aldea. Fruto de su trabajo en el extranjero, fueron varias obras en el caserón de los abuelos, tanto Curro, como María, dispusieron de habitaciones individuales y con aseo en el pasillo de aquella planta alta.

Una vez juntos, padres, hijos y abuelos, se vivieron años de mucha felicidad. Los primeros en valorarlos, fueron los abuelos, ya de jóvenes, el abuelo en la mar y la abuela , trabajando en la casa de unos señores, aportaron mucho para comprar el terreno, levantar el caserón y como no, crear lo más importante, la familia.

Nosotros, los pequeños, aunque nuestra abuela se esforzaba en contarnos esos valores y esfuerzos de nuestros padres al estar fuera de casa, no lo entendíamos. Íbamos a misa con los abuelos, otros niños, iban con sus padres, no, no lo entendíamos.

Fue a partir del regreso, cuando cada vez más valoramos ese sacrificio. Con los mimos y atenciones que nos daba en cada momento y sobre todo, cuando mamá, nos reunía por las tardes y nos contaba los ratos tristes que pasaba en los pequeños descansos que tenía allá en América. Era como una aventura y mamá, nuestra heroína. Y además, allí estaría con nosotros y nunca marcharía más.


No es de extrañar, que una vez de adolescente, estando ingresado en un colegio diocesano y de carácter interno, en la ciudad, planeara y consiguiera escapar para ir a ver a mi madre. Me jugaba una buena azotaina por parte de mi padre y la expulsión de aquel centro religioso. No me importaba, mi prioridad era otra. Y así se lo hice saber a mi madre. 

Tras la bronca lógica de papá, al abrir la puerta aquella madrugada y encontrarme en la puerta, sólo estuve pendiente del rostro de mi madre que me miraba con lágrimas en los ojos y me preguntaba; “Neniño , por qué, por qué lo has hecho?”: 

Y con lágrimas en los ojos, le contesté; “Mamá, solo quería abrazarte”. 


Tras el largo abrazo y besos a mamá, lo de más…no importó. 

Ahora, mamá, está más lejos, en el cielo. Hoy es su día y como siempre , en América, Galicia, Levante o en el cielo…sigue en mi corazón. 

Felicidades mamá que estás en el cielo y sigues en mi corazón!