"La
labor del voluntario, al dispensar ayuda al prójimo, le devuelve afecto,
seguridad y afianza el sentido de su vida"
Asumir una labor de voluntario en beneficio de otros es una
decisión que reconoce diversas fuentes. A veces brota de una vocación originalmente
sentida en la juventud; en otras ocasiones, nace luego de una crisis
existencial que sobreviene en la edad adulta o después de un cambio de vida que
moviliza a la búsqueda de un nuevo camino de realización personal y social. Si
la senda elegida es la del voluntariado, su actividad ha de cumplirse a través
de organizaciones en las cuales sus miembros donan parte de su tiempo, talento
y creatividad para colaborar, ayudar o bien transformar la realidad de otros.
De acuerdo con una encuesta reciente de la Consultora
Gallup, esa valiosa forma de vida atrae hoy al 22 por ciento de nuestra
población comprendida entre los 18 y los 65 años o más. La franja de edad más
comprometida con estas tareas es la comprendida entre los 35 y los 49 años,
pero el afán de hacerlo puede iniciarse temprano o hacerse posible
posteriormente, aún más allá de la edad de la jubilación. Este es el caso de la
asociación algecireña, campo-gibraltareña y andaluza de “Amigos de Mayores en la Red”, más conocidos por Mayor-Net.
En otro sondeo sobre
las motivaciones invocadas por los voluntarios, las más citadas fueron: "mejorar la vida de otros"
(64,4%), "sentirse útil"
(18,3%), "conocer realidades
sociales diversas" (5,7%) y "alcanzar
un sentimiento de pertenencia con el grupo solidario" (5%).
Quienes optan por brindarse a un voluntariado son
conscientes de que habrán de enfrentar situaciones complejas, cuya solución los
pondrá a prueba.
Se encontrarán con realidades que, con frecuencia, afectan
dolorosamente a otros seres humanos, que padecen problemas de salud, por
ejemplo, y ello repercutirá en la propia sensibilidad del voluntario. Pero, a
la vez, también descubrirá que su actividad es creadora de un vínculo, que
antes no existía y que lo va enriqueciendo, pues al dispensar ayuda al prójimo,
la interacción le devuelve afecto, seguridad y afianza el sentido de su vida.
Se ha dicho que el ejercicio del voluntariado posee una
cierta magia a la que se puede acceder si se tiene la disposición necesaria
para ello. La famosa frase kantiana "Nada
es más bueno que la buena voluntad" puede aplicarse al trabajo de los
integrantes que componen las numerosas ONG, dedicadas sin desmayos al cuidado y
la ayuda de quienes lo necesitan.
Importa destacar, también, que los caminos
del voluntariado se abren en distintas direcciones y variadas metas. Entre
ellas, la ayuda humanitaria, la cooperación internacional, la educación para el
desarrollo comunitario, el apoyo a desplazados o refugiados, y también en el
área social ciudadana, comarcal y regional, como es el de ayudar a amas de
casa, mayores y jubilados, a perder el miedo a Las Nuevas Tecnologías y así,
conseguir combatir a ciertas edades, el aburrimiento y la soledad, y como no,
aprovechar los servicios que administraciones y empresas ponen a su disposición
a través de la red de redes que es Internet.
Para finalizar, traigo una frase que me encanta y es de Sherry Anderson: "A los voluntarios no se les paga, no porque no tienen ningún
valor, sino porque son invaluables".
Muchas gracias.
Alejarme de la persona que amaba por mi bien fue el mayor acto de valentia de mi vida
ResponderEliminarDesde luego que no hay nada más gratificante que ayudar a los demás, nosotros damos un poco de nuestro tiempo , pero recibimos cariño, agradecimiento, amistad,
ResponderEliminarafecto, y la satisfaccion de ver que lo que hacemos , además de distraernos sirve para que las personas a las que atendemos no se sientan solos ni deprimidos , que se sientan ilusionados y entusiasmados .¡¡¡¡¡¡ No hay mayor satisfaccion.¡¡¡¡¡¡ Amalia.