
Antes de iniciar este artículo de reflexión, como tal, no puedo ni debo mantenerme al margen de criticar la persecución a los derechos de opinión sin vulnerar ley alguna y en defensa de la libertad de expresión de las personas, como es el caso, están sufriendo los compañeros del Diario Clarín de Buenos Aires, Argentina y su grupo de opinión en libertad y democracia que, gracias a él, nos permite a personas en este idioma nuestro y común que es el español o castellano, exponer nuestros pensamientos y formas de ver la vida en el día a día. Dicho esto, pasamos a comentar el artículo o como, nunca mejor en estas fechas, como dirían en Xixona, Vamos al turrón!!

Pero nosotros, al igual que los espiritistas, nos tendremos que referir al «poder invisible» que nos mantiene en el suelo. Todos conocemos a Newton y su descubrimiento de la ley de gravedad. Pero las investigaciones psíquicas señalan la relativa facilidad con que algunos sensitivos pueden invertir esta ley.

Las limitaciones de la levitación moderna quizás no se aplicaran a los antiguos; puede ser que hubieran desarrollado mucho ese arte y se elevaran hacia el cielo a voluntad. Como otras facultades psíquicas, la levitación parece un arte casi perdido y que ahora vuelve a interesar a estudiantes decididos. Quizás algún día los levitadores modernos podrán «volar» como aquellos druidas de la antigüedad.
Las noticias acerca de los «vuelos» de los antiguos sugieren a algunos investigadores que se trataba de viajes astrales, más que de un traslado del cuerpo. Ciertamente, muchos relatos de levitaciones y vuelos parecen sueños lúcidos, y los sueños en que se vuela son una experiencia muy corriente.

En el momento de arrodillarse Teresa, una expresión de felicidad celestial apareció en su rostro, a la que siguió un grito de pánico. En el momento de recibir la hostia se elevó en el aire y fue a desaparecer allá arriba. La santa intentaba resistirse cuando sentía que los pies dejaban de tocar el suelo. Al principio se asustó terriblemente y lo mismo sucedió a las otras monjas al verla, pero decidieron al final aceptar la irremediable. Si Teresa tenía que elevarse en el aire, era porque Dios así lo había ordenado.
No hace falta ser santo para levitar

¿Era un poder misterioso, desconocido por el joven nepalés, incontrolable, el que decía elevarse en el aire? ¿Existen casos en que un ser humano normal y corriente pueda realizar este acto a su antojo? El Surya Siddantha, libro sagrado de la India, explicaba que los Siddhas, adeptos de ciencias avanzadas, podían volverse ligeros o pesados, a voluntad. Y de todos es conocido el ejemplo de los faquires, que también pueden levitar, de acuerdo con la tradición y los testimonios ocasionales.

Después de echar una rápida ojeada a lo que hicieron algunos santos católicos y ascetas de la India, no habrá más remedio que acercarnos a uno de los médiums más prodigiosos de todos los tiempos. Como es el caso del Daniel Dunglas Home.

Por lo tanto, y hablando de levitar, no quiero recordarles a Vds. o recordaros a vosotros, algo que ya deberían saber o más familiarmente, deberíais saber…
Me refiero a esos nuevos ricos, nuevos sabios, nuevos descubridores de las cosas que antes desconocían y ahora acaban de conocer. Es más, se sienten con esa autoridad propia de aquel que acaba de finalizar algo tras varios años de trabajo en el día a día, como puede ser una investigación. Es más, en el caso de los políticos, se olvidan que lo han elegido humanos y no solo por un momento, sino hasta a lo largo de cuatro o los años que hagan falta, se creen elegidos por Dios.
Pero, no de forma como si se tratara de Jesús en la tierra y servir a los demás. Que va! , hasta ahí podíamos llegar. Se sienten como si de Dios vivo fueran, regresará, nada de sufrir o trabajar para y por los demás, nada de eso, vienen para pasear y recoger los frutos sin sacrificio alguno. Estos, si que levitan, pero de una manera muy, pero que muy, equivocada.

Y que les pasa a estos chicos y chicas de buenas familias que tanto hemos apoyado y hemos dado días , momentos, opiniones, votos y hasta más de una discusión , donde unas veces ganábamos adeptos al defenderlos y otras, nos íbamos un poquito colorados a casa?.

Se pierden perspectiva, empatía y sentido de la realidad. Es más, no hay que hacer desacertadas declaraciones ni cometer grandes fallos, para ser como los de antes, si, los anteriores, los demás, los que ocupaban los mismos cargos y se les criticaban por lo mismo, por levitar.

Pues eso, no nos hagáis sentirnos mal por algo que hemos hecho, como el votar. Y recuerda que, probablemente, la primera vez, me engañaste tú, la segunda…procuraré no engañarme yo.
A mi amigo Pacorro, que renunció a ser como nunca quiso ni le educarón para que lo fuera.
Como siempre, muy ácido y mordaz en tus artículos. Desde luego no te falta razón. A los que hace unos meses se les veían tan terrenales, ahora flotan o levitan, como bien dices.
ResponderEliminarFeliz Navidad
Juan Rodriguez