lunes, 23 de enero de 2012

Feliz año 4710 . El año del Dragón !!

Todos sabíamos el pasado 31 de Diciembre, al menos en España, que al finalizar el día y tras las campanadas, las uvas y el cava...empezaba un año duro, el temido 2012. Duro para España, Europa e incluso, eso dicen algunos, los EE.UU.. Sin embargo, nadie en la lista de los "sufridores" ponían a China. Claro que estos asiáticos, ya lo tienen más que superado el fatídico 2012, acaban de entrar en el 4710. Será por eso?.

Pues como decíamos antes, la cosa no está tan mal para los chinos.Resulta que,para el calendario chino este será el año benéfico en el terreno profesional y personal. Millones de chinos creen que bajo este signo es mejor tener hijos. Nada que ver con Europa.

Hoy, lunes 23 de enero, es Año Nuevo para la mitad del mundo. Para los asiáticos el año del Dragón es el año del éxito en lo personal y en lo profesional. Sucesor del ‘Año del Conejo’, el signo de la justicia y la bondad, este del Dragón, que comenzó pasadas las 00.00 horas de Pekín y que rige la vida de la inmensa mayoría de asiáticos, desde Malasia a Corea del Sur, pasando por la gran China, está considerado el más propicio para enriquecerse y tener éxito en lo profesional.

El Dragón, el signo de la energía


Dentro del calendario lunar este signo es el más temido (animal de fuerte carácter) y el más aguardado (animal que proporciona vigor). Los que nacen bajo este signo serán vitalistas, enérgicos, emprendedores e innovadores. Estos rasgos harán aumentar la natalidad en la República Popular China. Para las parejas de chinos actuales lo más importante son los negocios, tener hijos bajo el signo del Dragón les garantizará el éxito en lo que emprendan como profesionales o empresarios. Se ha calculo un incremento del 5% de embarazos sobre la media anual del último lustro.

La fiesta de Año Nuevo es la fiesta global más importante y que más se celebra dentro de las civilizaciones asiáticas. Son millones de personas las que se trasladan y hacen miles de kilómetros, sin importar las enormes distancias, para reunirse con sus seres queridos en el inicio de este nuevo año lunar.

Fiestas para dar la bienvenida al año 4710



En Madrid, sobre todo en el barrio de Lavapiés (donde reside la comunidad china más numerosa), se celebraron durante el pasado fin de semana varias fiestas, con el tradicional desfile del Dragón llegando a la Puerta del Sol y acabando en la Plaza de España, donde hubo puestos de artesanía y de gastronomía oriental.

Se está convirtiendo en una celebración habitual, que gusta al madrileño y al turista, y que habla de la integración, siempre discreta pero eficaz, de la comunidad china en Madrid. Se estima en casi 50.000 ciudadanos de origen chino los que viven en la ciudad. La presencia de dirigentes y políticos del Ayuntamiento y Comunidad de Madrid en los actos festivos habla del creciente interés por esta comunidad, considerada habitualmente como hermética y distanciada del resto de la sociedad.

Regalos y deseos de buena voluntad


Como en las fiestas occidentales, las religiosas de Navidad y las que celebran el Nuevo Año, las celebraciones chinas cuentan con la entrega de regalos y con los deseos de felicidad y prosperidad para el nuevo año lunar que inician, que en su calendario es el 4710. Los chinos que residen en Madrid nos recuerdan que para ellos también son días de banquetes familiares y de entrega de regalos.

La tranquilidad y la paz estarán garantizadas este año, pues este es el animal del calendario en Asia que más respeto produce. Es el símbolo de la fuerza y del poder, que hace huir a los malos espíritus. Un año donde las cabezas de dragón, que normalmente abundan ya por sus poderes protectores, aumentarán en la decoración de casas, negocios y empresas chinas.

Vigor y fortaleza que necesita Europa


En las economías europeas se ha dado la bienvenida a este año nuevo lunar asiático como si fuera propio. Si sus bondades llegan bajo este signo de energía positiva, fortaleza y crecimiento, quizás los malos augurios de los “signos” económicos occidentales no sean tan negativos para la vida de los ciudadanos de Occidente como la pintan.

¿Por qué no? Deseamos, al igual que la cultura asiática, que se cumplan esos deseos de ¡prosperidad y éxito! Para este Nuevo Año, cuatro mil setecientos diez.
















Fuentes:
Europa press
Gustavo Adolfo Ordoño
Ángel Corbalán