domingo, 28 de octubre de 2012

!! Y nos engañan con el Cuento de la lechera !!



"Hazme llorar con la verdad, para que no me destruyas con la mentira."


Cuando todo son ilusiones en la vida y no tenemos en cuanta la realidad en el día a día,  caemos en el error que nuestros mayores nos recordaban con el famoso “cuento de la Lechera”. Para no aburrir, se trataba de aquella joven que en la cabeza transportaba un gran cántaro con leche y mientras andaba por aquellos caminos en demanda del mercado, hacía cuentas de que iba a conseguir o mejor dicho, que iba a hacer con las ganancias de la venta de aquella leche. En su mente, pasaron miles de cosas… e incluso, pudieron ocurrírsele más, en que gastar esos beneficios, si no hubiera tenido la desgracia de tropezar y al caerse el cántaro, se hubiera quedado toda la leche esparcida entre hierbas, piedras y barro del camino. “Su gozo en un pozo”. Así acababa la narración.


Son bastantes cosas las que aprendemos más través del desenlace de este cuento o anécdota y muchísimas sus conclusiones. De todos y todas es sabido que, se aprenden más de los errores que los éxitos. De los errores, como nos duele, tomamos medidas para no repetirlos… ¿Y de los éxitos?, esa cosa que es efímera como las modas y que pasan a lo más tardar cada 4 años?. Pues, al menos en los últimos años, es de dominio público, las encuestas y opinión ciudadana... No, no aprenden. No aprende casi nadie.



Claro, que cuando ese alguien es uno de los 106.000 habitantes de nuestra ciudad, ojo, también en una inmensa mayoría de las localidades de las 52 provincias españolas, anónimos, que pisan y sienten el dolor en las plantas de los pies, porque pisan unos más y otros menos, el piso o firme de la calle y las consecuencias de ello, en el asfalto, eso no importa.

Al fin y al cabo, se les encuentra, se les localiza y se les “bombardea”, de manera metafórica, a través de folletos, sobrecitos, mensajes de fonía y con las mejores de las sonrisas por parte de ese grupo selecto que opta al poder cada vez y en vísperas de unos comicios electorales.


Mira por donde, el anónimo, pasa a tener nombre y dos apellidos, dirección, Código Postal y el cartero, jamás se equivoca al llevarle ese “maravilloso “ sobre hasta el buzón o debajo de la puerta. Todo sean facilidades para lo más importante para el “mundo”.  Si, ese mundo que unos, legalmente, como no podía ser de otra manera, disputan a otros en pos del poder.

Ay! el poder, que palabra más políticamente incorrecta y que en campaña, solo se utiliza como arma arrojadiza contra el contrario. Los más políticamente correctos, utilizan lo de “la voluntad del pueblo que nos ha elegido para que a través de nuestra forma de gestionar con honestidad y eficacia, todo el ciudadano gane y en general nuestra ciudad”… o algo así.

Esto, que acabo de contarles, no me va a granjear ninguna simpatía por parte de los que ganen o hayan perdido. Es más, metafóricamente hablando, así lo espero, me “fusilen” al amanecer. Pero, a estas alturas de la película, les extraña a Vds. estas cosas?, no lo de las represalias a mi persona o grupo u ONG, que es un hecho. Estas palabras las hago en primera persona, o sea yo mismo. Con una victima, es suficiente.



Hay un refrán castellano que más de un mayor, allá al norte de Despeñaperros, y por qué no, también al sur del sur, suele repetir y al parecer, no cala mucho; “La primera vez, me engañaste tú, la segunda vez, me engañé yo”. Hay que recordar que este refrán es de los llamados de ida y vuelta, pues nadie se siente aludido como engañador o embustero y si, todos nos sentimos verdaderamente engañados. 

Pero, no es esa su moraleja, la moraleja, la que este servidor interpreta, es que si me engañó alguien una vez, y continúo siguiendo atendiendo y creyendo a esa persona, personaje o autoridad, no debo sorprenderme, que vuelva a engañarme o mentirme. Hasta que tengamos gestores y responsables de sus gestiones y hechos, solo nos quedará el “cuento de la Lechera”… “quince días de buenos gestos y palabras, y fotos recordatorias en todo eso que se llama poder de convocatoria o “Bombardeo” mediático, de medios afines a unos u otro en función de los intereses, son lícitos, mercantiles de profesionales que tanto ellos y sus familias, deben comer a diario.

¿Y eso es todo?



No, aquí hay que dejar claro que el del cántaro de la Lechera, el que se ilusiona con mensajes de prosperidad y que tropieza y lo pierde todo… somos nosotros, si, somos los lecheros y las lecheras que se nos va el gozo por un pozo. Somos los que perdemos, los que pagamos y cada cuatro años, somos “reyes” o “reinas” por unos minutos.

Eso si, nunca “pelees” si no sabes ni ponerte un guante de boxeo, con un boxeador personal, esto es una metáfora. Ni se te ocurra hablar o discutir con una o un político, estáis perdidos, estáis en un terrero que ellos y ellas, dominan. ¿O acaso, no entrenan en el da a día, al menos durante cuatro años.?. Además con buenos entrenadores y muy bien pagados… por los “anónimos”.


Solo, os lo puedo asegurar, es donde se les vence y a la vez, dejamos de frustrarnos. En el trabajo, Dios quiera, remunerado, de tu día a día, o donde más vais a destacar, en ese trabajo que no siendo remunerado, como es el voluntariado, limitándote a transmitir tus energías, alegrías y buen hacer con los más necesitados, jóvenes o mayores. Créeme, los “electos”, no elegidos, se encuentran como un pez en lo alto de una palmera sahariana, lejos del agua. Y tú, o vosotros, como estáis?  Con algo que solo el que lo practica y lo disfruta.

Al final, amigas y amigos míos, solo nos juzgará Dios y también, los humanos, no por lo bien que salgamos en la tele, nos maquillemos, los 15 cms. de tacón, que se nos vean 18 veces en los telediarios, etc.  

 
Ni siquiera por lo buenos que seamos, sino que por lo bueno que seamos y que nuestro trabajo repercuta gratamente y sea  efectiva, para los demás, en cada día del año.

Cosas como estas, a diario, lo hacen abuelos y abuelas en una ONG, solo valorada por quienes se benefician por su labor, los mayores y jubilados de Algeciras.

Y esto, es un hecho, no es el cuento de la Lechera.

¿Y tan dificil es la solución? 

Quizá me tacheis de osado o atrevido, pero, a mis años... qué dificil es cambiar y cuando ves que se recogen frutos a través de actos humanos, para mi, los más importantes. Pues bien, si, hay solución.

Los que "leviten"  o caminen sobre los 15 cms., que sientan el empredrado, el suelo, se humedezcan los pies, sobre todo tras las últimas lluvias que a algunas calles las ha inundado. No , no es tiempo de reproches.

No, vean vds. enemigos en todo aquel o aquella, que les aconseje en beneficio del ciudadano o del pueblo. No dividan la ciudadanía entre "los nuestros" y "los otros". Todos son ciudadanos, más simpáticos unos, menos otros... pero, recuerden que cada cuatro años, a "los otros", también les enviarán el sobre de los comicios y estarán entre los oyentes de sus sloganes.


Desconfien o pongan en cuarentena a toda aquella persona que, por sistema, les adula y aprueba todo lo que acertadamente o no, piensen o decidan. Reúnanse con personas que tengan opinión propia, al principio, les puede chocar e incluso contradecir. Pero, sumen, por el ciudadano, el ñueblo y por Vds. mismos.

Recuerden la silla, sillón, despacho que ocupan, es de todos los ciudadanos, no son propios o propias de la autoridad que representan. ¿Y si eso lo dicen en campaña, y ahora, se les olvidan... tomen "memorin" o algo así, de venta en farmacias.

O de lo contrario, como decimos por aquí "no me echen cuenta". Total, solo soy un anónimo para unos y de "los otros" para quienes no les agrada que le adoren la píldora. Eso si, cada día hay que ayudar a quien lo necesite, aunque no nos voten.

" La verdad, da miedo, la falsedad, pena."


sábado, 13 de octubre de 2012

Los tacones... a ser posible, lejanos!!


La mayoría de mujeres se pierden por llevar sus buenos tacones y los hombres porque ellas lo hagan. La moda se encarga de repetir un modelo que es el colmo del glamour y que garantiza un plus de belleza. Pero los tacones se "clavan" en la salud de la mujer que los pasea.


Todo este interés nació en mí, en una ocasión que subía por una calle inclinada de mi ciudad y que tanto para la señora que me precedía, como para mí, le venía como anillo al dedo, al nombre de la misma… calle Trafalgar. Para los marinos españoles, suena a derrota o fracaso. El mismo que sentíamos esa señora y yo, por circunstancias diferentes; ella, llevaba tacones muy altos y yo, llevaba un dolor fuerte en la rodilla derecha. Eso si, ambos sufríamos, pero conseguimos llegar hasta arriba, la calle Convento.


Días mas tarde, hablando con un par de amigos, profesionales que viven en la zona, podólogo y traumatólogo, además de aportar sus opiniones sobre lo de los tacones altos de las señoras y señoritas, también me remitieron a los que los estudiosos de ese tema y desde  la medicina y las repercusiones que su uso desmesurado repercute en la saluda de muchas mujeres, y ni corto ni perezoso, tras leer y consultar, saqué las siguientes conclusiones y que a continuación comento.

Pues bien, los expertos alertan de que más de cuatro centímetros de altura atentan contra la salud. De hecho, un zapato ancho, que de estabilidad y que no supere los 4 centímetros de altura, como el zapato de caballero sería el mejor aliado de nuestros pies.


La cuestión está en que el tacón invierte el reparto natural del peso del cuerpo sobre los pies. El podólogo Jorge Barnes, presidente del Colegio Profesional de podólogos de Andalucía, explica que el pie humano está diseñado para soportar el 70% del peso corporal en el talón y 30% en la parte delantera.

Cuando se aumentan dos centímetros se equilibran, pero cuando se añaden dos más se invierten los patrones, lo que obliga a que todas las estructuras superiores (cadera, espalda…) adopten posturas compensatorias.

"Dos centímetros de altura, que es lo que suelen tener los zapatos masculinos, ofrecen una ventaja porque el tacón facilita el paso, pero más de 4 centímetros hace que las líneas de trasmisión de carga vayan a la zona metatarsal, es decir, a la parte de delante del pie", afirma Barnes. Además, cuanto más alto es el tacón más corto es el paso, entonces tenemos un mayor gasto energético.

Y También…columna, rodilla, callosidades y nervios



El doctor Matías Alfonso Olmos, especialista del departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra, coincide en que la zona que más se sobrecarga con el uso de tacones altos es el antepié. "Los tacones pueden producir problemas en los metatarsianos, callosidades e irritación de los nervios pudiendo agravar o provocar el neuroma de Morton", explica.


El neuroma de Morton es el engrosamiento del nervio que transcurre entre el tercer y cuarto metatarsiano, y a veces también entre el segundo y el tercero, un problema que se puede agravar con el uso de zapatos muy estrechos y de tacón.

El traumatólogo destaca además que la curva lumbar se acentúa y puede provocar mayor sobrecarga a las articulaciones superiores, incidiendo negativamente en problemas que ya existan en la columna.



El uso de zapatos de tacón a edades muy tempranas es desaconsejable porque puede producir problemas a largo plazo. En palabras del podólogo Jorge Barnes, "la madurez de la columna vertebral se puede establecer desde los 18 años y las malas posiciones que se generen antes de estas edades pueden traer problemas después".

Por otra parte, el doctor Vicente Concejero, jefe del Servicio de Traumatología de la Clínica Cemtro, especifica que, además de a los pies, el uso de tacones muy elevados afecta fundamentalmente a la rodilla porque no se puede estirar bien y aumenta la compresión de la rótula contra el fémur.


Sin embargo, los Tacones altos, que gustán tanto… son un peligro.



No hay nada como un par de tacones para hacer que una mujer se sienta  alta, delgada y sexy. Sin embargo, ¿sabía que las mujeres padecen hasta cuatro veces más problemas en los pies que los hombres? Esto, según un reciente estudio de la Universidad de Auburn. El culpable principal: los tacones, y cuanto más alto y estrecho es el zapato, peor.
Problemas en el tendón de Aquiles, juanetes, callos, dedos en martillo, esguinces de tobillo, dolor en la rodilla y cadera o daños en los nervios es el precio que algunas mujeres pagan por ir a la moda.

Además, el uso de tacones altos puede contribuir al desgaste del cartílago que existe en las articulaciones. Al menguar este cartílago, los huesos rozan unos con otros generando desgaste. Esta enfermedad se conoce como osteoartritis. Para evitar estos estragos, los doctores recomiendan limitar el uso de tacones y encontrar un par de zapatos más cómodos o con mejor soporte, especialmente para caminar larga distancias.

La posición a la que queda expuesto el cuerpo por el uso de los tacos es altamente nociva, dado que el pie queda en punta por varias horas, lo que produce que los gemelos se acorten, el talón de Aquiles se debilite, y si hay que caminar mucho el peligro aumenta.

Cuando se usa por muchos años se está imponiendo una presión muy fuerte en los pies, que es lo que acorta el tendón. Pero sucede que si después de usar tacos se empieza a andar sólo con calzado bajo o sin zapatos, se genera una tendinitis crónica, dado que el tendón se encuentra impedido de trabajar.

Más daños resultantes y sus consejos.

El uso de tacos altos genera una reacción en cadena, porque la posición del pie hace que el apoyo de la rodilla se corra hacia atrás y para compensar la mala posición, la persona dobla la rodilla produciendo una flexión de cadera que produce gran dolor.
Cada 5 centímetros de taco que se suman, hay unos 8 kilos que se suman a la presión que sufre tu pie.
 
Un consejo para que el uso de tacos altos no sea tan doloroso puede ser buscar aquellos que sean altos pero que también sean un poco anchos, porque esto evitará que se vean tan forzadas las articulaciones. Otro consejo es tener en cuenta que el tamaño de tu pie puede cambiar, si bien el pie llega a un punto en el que no crece más, sucede que los depósitos de grasa van cambiando, y si antes eras un 37, hoy podrías ser un 38. No dudes en probártelos cada vez que te compres tacos altos. Caminar con la secuencia "taco, punta, taco, punta" también es de gran ayuda, porque hace que tu cuerpo esté erguido la mayor parte del tiempo.



Lo recomendado es dejar de usar tacos de 10 centímetros y empezar a usar zapatos bajos, o en su defecto que no superen los 4 centímetros.

Y digo yo, al fin y al cabo… los zapatos y los tacones, nos separan más que nos acercan…¿Por qué usarlos?. Y si fuera por el contrario, con tacones se corre peor.
Salud, esa cosa tan buena, cuidémosla.