sábado, 21 de diciembre de 2013

Feliz Solsticio de Invierno!!






"Se denomina Solsticio, cada uno de los dos momentos del año en que se da la máxima diferencia de duración entre el día y la noche y el Sol se encuentra en el punto más alejado del Ecuador,"

Resulta que, entre los días 21 y 23 de diciembre se registra el período de mayor oscuridad y menos luz, son las noches más largas del año. A partir de ahí, los días empiezan a crecer.

Dos son los solsticios que se registran al año. Hoy tiene lugar el solsticio de invierno. Son numerosas las culturas que han considerado que este día es una de las fechas más importantes del calendario. Como su nombre indica, -en latín, solsticio quiere decir sol quieto- durante unas horas parecerá que el sol se detiene en el cielo y cuando se ponga llegará la noche más larga del año. Comienza entonces el periodo anual de mayor oscuridad.

Si el eje de rotación de la Tierra fuera perpendicular al plano en el que se mueve alrededor del Sol, todos los días del año serían iguales, todos tendrían doce horas de luz y otras tantas de oscuridad. El calendario, seguramente, sería más parecido al de los antiguos celtas, más relacionado con el medio ambiente en el que vivían que con los acontecimientos astronómicos (por ejemplo, tenían trece meses, cada uno relacionado con un árbol). 




Pero como el eje de rotación de la Tierra está inclinado, sucede que durante una época del año (en verano) se disfruta de muchas horas de luz, mientras que en otra (invierno) hay pocas. Se llama solsticio de verano al día del año que tiene más horas de luz, y suele caer hacia el 21 de junio. El solsticio de invierno, que pronto pasaremos, sucede entre el 21 y el 23 de diciembre, y es el día del año que tiene la noche más larga y menos horas de luz. Esto quiere decir que a partir de ahora los días empezarán a ser cada vez un poco más largos, como si el Sol comenzara a renacer, ganando cada vez más horas a la noche.


Los solsticios son días muy especiales por su relación con el Sol, las antiguas culturas los conocían y consideraban motivo de celebración. La cristianización de estas festividades paganas se realizó vinculándolos con dos de las fiestas más importantes de su tradición. El de invierno, con la del nacimiento de Jesús (24 de diciembre) y el de verano, con el de san Juan (23 de junio). Curiosamente, estos son los únicos nacimientos que son motivo de fiesta, pues para el resto del santoral solo se recuerdan los fallecimientos.


Y precisamente, el invierno, la estación más corta del año que comienza mañana, estará iluminado por el brillo de Júpiter en los atardeceres de enero y por los planetas Marte, Saturno y Venus que ejercerán de luceros matutinos.

La estación invernal de 2013 comienza hoy con el solsticio de invierno. Y termina el 20 de marzo de 2014 con la llegada de la primavera, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN).

Ningún eclipse en el solsticio de invierno


Durante este solsticio de invierno (sol quieto de invierno) no se producirá ningún eclipse de sol o de luna. La primera luna llena será la del día 16 de enero seguida del 15 de febrero y del 16 de marzo de 2014.

La primera lluvia de meteoros importante del invierno será la de las Cuadrántidas, hacia el 3 de enero.

A lo largo de casi toda la estación durante las noches se podrán ver las doce estrellas más brillantes del cielo que son visibles desde nuestra latitud: Sirio, Arturo, Vega, Capela, Rígel, Proción, Betelgeuse, Altair, Aldebarán, Antares, Espiga y Pólux.

El solsticio de invierno y el fin del mundo


Tradicionalmente se ha vinculado el solsticio de invierno con el fin del mundo. En el 2012 en todo el planeta se vivió una fiebre por una profecía apocalíptica, la atribuida a la civilización maya, que situaba el fin de una era para el 21 de diciembre de 2012.

Curiosidades…



El buscador Google ha querido dar la bienvenida a la estación con un 'doodle' dinámico, en el que pueden verse unas manos tejiendo lana.

Además, ha 'abrigado' el logotipo del buscador de cara a la llegada de la nueva estación, este sábado a las 18.11 horas, una hora menos en las islas Canarias, para terminar el 20 de marzo de 2014 con la llegada de la primavera, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN).


Antes hemos comentado que los nacimientos de Jesús y su primo Juan, marcan los dos Solsticios, esto desde el mundo cristiano. Es más en el de invierno, por ende, nos felicitamos la Navidad. Y entonces, para aquellos que no creen en ello, no se me ocurre otra cosa que "Feliz Solsticio de Invierno".

domingo, 8 de diciembre de 2013

Nelson Mandela, por toda la eternidad!!



 "La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que por lo tanto dormiré por toda la eternidad". (Nelson Mandela)

El ex presidente sudafricano Nelson Mandela fallece a los 95 años en su casa de Johannesburgo, después de permanecer en estado "grave pero estable" desde el pasado día 8 de junio tras una recaída de su infección pulmonar.

Mandela fue un ejemplo de superación, se libró de las cadenas del odio, abandonó las viejas tradiciones y ataduras; caminó como el primer hombre libre de Sudáfrica. Él no veía colores, veía personas en un país cegado por el miedo y el temor a lo desconocido, a lo diferente. Sudáfrica habría terminado siendo como Zimbabue si no llega a encaminarla Madiba.  Su muerte, pese a la tristeza, debe aunar las diferentes corrientes imperantes y hacerlas caminar hacia adelante, ya que solo de esa forma Sudáfrica tiene futuro. Cualquier vuelta a políticas sectarias no haría más que matar no solo el sueño, sino también el espíritu de Mandela, que espero permanezca en las almas de todos los sudafricanos, ya sean afrikaners, ingleses, xosas, zulúes, colored o hindúes. Si no, sería como verle morir otra vez.

Cuando elnombre dice del hombre.


Nelson Mandela, el ex presidente sudafricano fallecido este jueves, se convirtió en una figura de alcance mundial por encarnar la lucha contra el régimen de segregación racial y por apadrinar la democracia en su país. Pero, ¿por qué tuvo 6 nombres?

Rolihlala', su nombre de nacimiento
Cuando Nelson Mandela nació su padre, Nkosi Mphakanyiswa Gadla Henry, lo llamó Rolihlala, según la Fundación Nelson Mandela. En xhosa, uno de los seis idiomas oficiales de Sudáfrica, Rolihlahla significa 'tirar de la rama de un árbol', lo que los nativos interpretan como 'alborotador' o 'rebelde'.

'Nelson', apodo escolar
Según la Fundación Nelson Mandela, su maestra, la señorita Mdingane, lo llamó así el primer día de clase en la escuela de la aldea de Qunu. Se desconoce por qué la maestra eligió ese nombre en particular, aunque cabe recordar que a principios de 1920 era costumbre dar los niños africanos un nombre en inglés para que los colonos pudieran pronunciarlo más fácilmente.

'Madiba', por el clan
En Sudáfrica, Nelson Mandela es comúnmente conocido como Madiba, el nombre del clan Thembu al que pertenece. Madiba fue el nombre de un jefe thembu que, en el siglo XIX, gobernó en una región llamada Transkei, en el sureste del país. Llamar Madiba a Mandela es una muestra de cariño y respeto, según la Fundación Nelson Mandela.

'Tata', padre de la democracia
A Mandela se le considera el padre fundador de la democracia en Sudáfrica, por lo que muchas personas lo llaman simplemente Tata, que en xhosa significa 'padre'.

'Khulu', el abuelo
El idioma xhosa ofrece otro término cariñoso para referirse a Mandela. 'Khulu' es la abreviatura de uBawomkhulu, que significa 'abuelo'. La palabra también significa 'grande', 'de suma importancia', 'magnífico'.

'Dalibhunga', primer nombre adulto
A la edad de 16 años, Mandela, al igual que otros niños xhosa, participó en la tradicional ceremonia iniciática para pasar formalmente a la edad adulta. En aquel entonces, le dieron el nombre de Dalibhunga, que significa 'creador o fundador del consejo' o 'coordinador del diálogo'. La fundación Nelson Mandela subraya que cuando se usa ese nombre para referirse a él lo correcto sería decir: ‘¡Aaah! Dalibhunga’.

“Si un hombre no ha descubierto nada por lo que esté dispuesto a morir, no merece vivir”. (Martin Luther King)

Nelson Mandela fue un hombre que albergó toda su vida el ideal de una sociedad libre, un ideal con el que, como proclamó durante su juicio en Pretoria en abril de 1964, esperaba vivir, pero por el que, si era necesario, estaba dispuesto a morir.

La comparación con Mahatma Gandhi es inevitable. No solo porque Mandela dijo, en un artículo aparecido en la revista Time en enero de 2000, que había sido su inspiración, sino porque Gandhi vivió y luchó en Sudáfrica entre 1893 y 1914. Como Mandela medio siglo después, Gandhi experimentó el racismo de la clase dirigente blanca del país y organizó una lucha no violenta por los derechos de los indios en Sudáfrica.

Sin embargo, a diferencia de Gandhi, Mandela ejerció el poder, y eso entraña otros retos. Durante su presidencia, su visión de Sudáfrica era una sociedad cuyos logros sociales beneficiarían a blancos y negros. Su objetivo era construir y afianzar una sociedad democrática y multirracial en un país en el que los supremacistas blancos podían fomentar la violencia entre negros por los conflictos existentes entre el Congreso Nacional Africano y varios dirigentes zulúes.


La lección de Mandela es la confluencia perfecta de no violencia y política.



Es extraordinario que, en una situación tan difícil, Mandela lograse consolidar las cualidades sociales y políticas que había perfeccionado, primero como activista del ANC, y después con autodisciplina, durante los años de cárcel. Su brillante estratagema de unir al país en torno a la selección nacional de rugby fue una manera de encontrar un elemento en común entre la minoría blanca temerosa y los sudafricanos de otras razas para quienes los Springboks eran un símbolo del apartheid.

Como Gandhi, Mandela fue un guía moral para sus compatriotas, y, al contrario que muchos otros políticos y activistas, les guio hacia el perdón. Solía decir: “Si existe el sueño de una bella Sudáfrica, existen caminos que llevan a esa meta. Dos de esos caminos son la bondad y el perdón”.



Mandela inspiró al mundo con su fe en la verdad y la justicia para toda la humanidad. Su vida fue el mensaje de la no violencia por encima del poder, intentar conciliar nuestras diferencias y vivir en armonía, respetando y amando incluso a nuestro enemigo. Hoy, Mandela pertenece no solo a Sudáfrica, sino al mundo entero.