Este titular que suena a resultado deportivo y es el que suelo
comentar en las actividades de prevención de Acoso escolar y Acoso en la red.
Generalmente, cuando me dirijo a familias y a docentes. Resume el tiempo que les dedican muchas familias a la citada fiesta y lo poco a la protección de su menores en casi todo el curso escolar.
Cualquier persona que conozca esta lacra del bullying y
ciberbullying que daña a nuestros menores y que además de leer sobre ella ,
estudie diferentes resultados y sus repercusiones, se ha de sentir un poco
triste cuando, en estas fechas, padres y madres de escolares, les dedica más
tiempo a preparar la fiesta de Halloween (no tengo nada en contra de esta fiesta
ni de la película), que a atender en el primer trimestre, los planes que los
centros escolares o las Ofertas Educativas Municipales, ponen al servicio de
padres y madres y que les servirá para proteger a sus menores de esos problemas
que aumentan a gran velocidad.
“Es más diver”, diría una mamá o papá “guay”.
Y tienen razón.
Reunirse algunas tardes y decorar un centro escolar para una fiesta, tomar un
café o bizcocho, es más divertido que atender a los datos y herramientas que se
les puede facilitar para que sus hijos e hijas, convivan en un espacio de
tolerancia, respeto y paz.
Lo primero es una fiesta, lo segundo… hay que trabajar y
responsabilizarse.
Es por ello, por lo que aprecio el interés mostrado en las
actividades para las familias que sólo unas pocas anotan, preguntan, se
informan y se preparan para ayudar a proteger a estos menores escolares de hoy
y… adultos del mañana.
Por favor, la fiesta del Halloween, es muy “guay”, pero, si
nos olvidamos de nuestras responsabilidades a diario de nuestros menores,
seremos la misma sociedad o familia, quienes perdamos la partida y con ello, vivamos
un halloween demasiado largo.
Aprovechen las actividades e informaciones sobre el acoso
escolar y en la red. No lo tomen como una “x” en el casillero de actividades y
las obvien.
Las fiestas son las mismas cada año, los peligros se multiplican por tres y van aumentando...
Recuerden… lo peor de una película de miedo es… vivirla.
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