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sábado, 22 de octubre de 2011

El principe Leonardo!!


Poeta y cantor, Leonard Cohen (Quebec, 1934) ha recibido el premio Príncipe de Asturias de las Letras como reconocimiento a una trayectoria que ha marcado a tres generaciones de poetas, tiznadas por su inspiración, su deje melancólico y su devoción lorquiana. El jurado mencionó también la creación de un imaginario sentimental en el que música y poesía se funden “en un valor inalterable”.


Hace apenas dos años, en este blog, contábamos de la celebración de las bodas de oro de Leonard Cohen, ese gran artísta y que a pesar de esa edad (75 años), por circunstancias muy oscuras y de una gestión poco acertada de su hasta entonces, amigo y contable, Kelley Lynch, se había arruinado y por eso, como tantos otros, ahí estaba al pié del cañon y haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar, recitar, transmitir mensajes con su voz grave y experta...para seguir dignamente en esta vida.

Y hoy, sin embargo y afortunadamente, nos congratulamos de su éxito y nos quedamos con el genio. Dicen que Leonard Cohen ha conseguido reducir su voz a un susurro hipnótico. ¿Por merma de facultades? Sí, pero quizá también por privilegio de su destino: su voz es algo que está ya por encima de la voz, algo que ha logrado convertirse en la metáfora frágil de sí misma, en una fantasmagoría, purificada.

De él, dice Felipe Benitez Reyes, escritor gaditano de Rota; "Es la salmodia penumbrosa del superviviente, con su traje gris de empleado discreto de funeraria, con su borsalino de hampón dandístico, con su figura descoyuntada de anciano arrullador de batallas antiguas del sentimiento, galán en sus ocasos triunfales, con su sonrisa beatífica propia del monje budista que es, conocido en los monasterios del ramo como Jikan Dharma, que significa el silencioso.".

"Este trovador dulzón y oscuro,-continúa Felipe Benitez- amargo y luminoso, con su lentitud interior de emocionado reflexivo, con su voz a media voz, con su porte de vendedor honrado de diamantes, de hombre hecho serenamente al encogimiento de hombros y a las fatalidades prodigiosas que nos depara el mundo, como un personaje escapado de una página de Isaac Bashevis Singer, este Leonard Cohen, decía, parece venir desde muy lejos cuando sale al escenario y se destoca. Parece venir de un tiempo invulnerable al tiempo, de una intemporalidad mágica en la que los sentimientos son inmortales, mientras nosotros vamos de paso por aquí, acogidos a la indefinición y a la fragilidad, y alguien baila ante nosotros con un violín en llamas. ".

Ha pasado el tiempo y ahí siguen sus canciones, más intensas aún porque se han aliado con el tiempo nuestro, con el tiempo de adentro de cada cual, con la historia de cada uno. Estamos en ellas. Conmueve este Cohen de postrimerías. Tan roto y tan poderoso. Tan de cristal y tan irrompible. Tan sujeto a la música por casi nada: por la exactitud temblorosa de la emoción, que es a fin de cuentas el todo. Este Cohen oferente y educado, con su espectáculo grandioso de susurros. Este Cohen que, con apenas cuatro notas básicas, ha sido capaz de escribir canciones que son historias, historias que son poemas, poemas que son música, música que es un himno de intimidad.

Y ayer, lo nombraron "principe".


Leonard Cohen nos sorprendió a todos al desvelar ayer en la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias 2011 que el mentor de su carrera fue un joven español de quien desconoce su procedencia, que le enseñó a tocar la guitarra en Montreal y de quien nace su agradecimiento a España.

"Todo lo que encuentren favorable en mi música y mi poesía viene de ahí", agregó Cohen tras indicar que nunca había contado en público que "los seis acordes" de una guitarra flamenca que le fascinaron se los enseñó un español en Montreal.

Cohen dijo que se siente "un hombre viejo" que aún debe agradecimientos. Y subrayó que siente una gran gratitud hacia el pueblo español, porque gracias a los versos del poeta Federico García Lorca encontró su "voz" y merced al guitarrista que conoció en Montreal aprendió "esos seis acordes que han sido la base de todas" sus canciones y toda su música. Cohen relató con detenimiento cómo hace medio siglo, en un parque de Montreal, vio a un joven tocar una guitarra flamenca y le rogó que le diera lecciones. Acordó con él un precio y acudía a su casa para enseñarle, hasta que un día no volvió, llamó a la pensión en que se alojaba y le dijeron que se había suicidado.


El cantautor canadiense entró al Teatro Campoamor ovetense con el sombrero que le caracteriza en una mano. "La ambigüedad de la poesía viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista, si supiera de dónde viene (la inspiración) haría más (poemas) y con más frecuencia", dijo el nuevo Príncipe de Asturias de las Letras. Al pensar en qué más agradecimientos debía, relató que asió su guitarra Conde hecha en España hace cuarenta años, ligera "como llena de helio", olió su "fragancia de madera viva" y supo que debía un agradecimiento "al suelo y la tierra" del pueblo que le "ha dado tanto", por Lorca y por su maestro de guitarra en Montreal.

Y desde aquí, querido Leonardo, solo podemos decirte que, eres un artísta y rey, algo más que principe, de ese estilo tan pausible y brillante de tu poesia que susurras y siempre inspiras grandes momentos.

Felicidades!!

viernes, 25 de septiembre de 2009

Leonard Cohen, bodas de platino y al pie del cañon!!!

Dicen que no hay mal que por bien no venga, quizá sea el caso del genial Leonard Cohen. Hace unos años, se conoció que Cohen, gran músico y poeta , había demandado a su contable Kelley Lynch, en un tribunal de Los Angeles (California), por sustraer fondos de sus cuentas bancarias mediante un complejo entramado financiero, hasta reducirlo de cuatro millones de euros a 120.000, mientras él se encontraba en una comunidad zen. Y como consecuencia de ello, tuvo que iniciar una gira mundial que le ha traido hasta nuestro pais. "Gracias" a eso, miles de españoles, lo han podido disfrutar en directo.

Él, el gran Leonard Cohen, ha estado a la altura de los grandes y ha cumplido 75 años en el escenario. Eso ocurrió la pasada semana en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

Una semana antes, nos dió un susto .

El incidente se produjo cuando apenas había transcurrido media hora desde que saltara al escenario, en el transcurso del cuarto tema, 'Bird on a wire'. Cohen se encontraba respaldado junto al batería cuando cayó desplomado contra el suelo.

Los miembros de su equipo salieron inmediatamente en su auxilio y lo ayudaron a incorporarse. Pero mientras lo acompañaban fuera del escenario sufrió un nuevo desplome, esta vez sin consecuencias. En esta ocasión, no llegó a precipitarse contra el suelo. Hasta entonces sólo había interpretado tres temas íntegros, 'Dance me to the end of love', 'The future' y 'Ain't no cure for love'.

Había sufrido un corte de digestión y vómitos, pero su situación revistió gravedad. Tras agradecer las muestras de apoyo de los espectadores valencianos, Cohen expresó, además, su deseo de regresar a la ciudad para completar su actuación. Sin embargo, la organización confirmó posteriormente la cancelación definitiva del recital.

El de Valencia era el noveno y penúltimo concierto de su gira en España, que finalizó el día 21 de septiembre en Barcelona. Cohen había llegado a la capital del Turia tras actuar en Bilbao el anterior jueves. Previamente visitó León, Palma, Vigo, Girona, Madrid, Granada y Zaragoza.


Un cumpleaños diferente


Leonard Norman Cohen, poeta, novelista y cantante canadiense, nació en el seno de una familia judia, el 21 de septiembre de 1934 en Montreal. Cohen, canta con una voz peculiarmente grave, ha influido en muchos otros cantautores y sus canciones han sido interpretadas por muchos otros artistas. A causa del pesimismo que irradia su música, la prensa lo ha considerado "el depresivo no químico más poderoso del mundo".

No cabe duda que, los temas recurrentes en la obra de Cohen son el amor y el sexo, la religión, la depresión psicológica, y la música en sí; aunque también ha abordado otros asuntos políticos, lo ha hecho a veces de modo ambiguo.
El amor y el sexo son temas habituales en la música popular; la experiencia de Cohen como novelista y poeta le dota de una sensibilidad especial para tratarlos. Suzanne, probablemente la primera canción de Cohen que atrajo la atención de públicos amplios, mezcla cierto tipo de amor con la meditación religiosa, mezcla que igualmente se produce en Joan of Arc.

Famous Blue Rain coat ofrece el punto de vista de un hombre cuyo matrimonio se ha roto debido a la infidelidad de su esposa con un amigo de él. La canción está escrita en forma de carta a ese amigo, al que escribe: “Supongo que te echo de menos, supongo que te perdono. Debes saber que tu enemigo está dormido y que su mujer es libre” (“I guess that I miss you/ I guess I forgive you… Know your enemy is sleeping/ And his woman is free”), mientras que en Everybody Knows toca varios temas entre ellos retoma su sentido espiritual y trata posiblemente en una estrofa de la cruda realidad del SIDA aunque no directamente.

En Sisters of Mercy evoca el amor auténtico (agape más que eros) que encuentra en una habitación de hotel con dos mujeres de Edmonton y Chelsea Hotel #2 describe su aventura con Janis Joplin de un modo bastante poco sentimental.

Pero, no por eso, deja de ser un verdadero genio poeta y musical a sus 75 años.

Emoción es la palabra que mejor define lo que se vivió en el Palau Sant Jordi. Una emoción intensa y expansiva originada por un puñado de canciones eternas salidas de las entrañas de un cantautor canadiense que esa noche celebraba su 75 aniversario.

Leonard Cohen decidió celebrar una fecha tan señalada en el escenario olímpico barcelonés y las 12.000 personas que prácticamente lo llenaban (se colocaron sillas en la pista reduciendo así el aforo habitual) se lo agradecieron con una ovación de gala cuando apareció trajeado de oscuro, sin corbata y con el sombrero calado hasta los ojos.

Dance me to the end of love marcó un inicio ya en lo más alto. Al finalizar la tercera canción todo el Sant Jordi en pie le entonó el inicio de un emotivo Happy birthday, que acabó en una larga ovación.

Feliz cumpleaños , Genio !!!, en vida te lo digo.
Por desgracia, algunos te conoceran y homenajearan, demasiado tarde.
Pero, mientras hay vida, ya sabes........."La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.".