viernes, 25 de septiembre de 2009

Leonard Cohen, bodas de platino y al pie del cañon!!!

Dicen que no hay mal que por bien no venga, quizá sea el caso del genial Leonard Cohen. Hace unos años, se conoció que Cohen, gran músico y poeta , había demandado a su contable Kelley Lynch, en un tribunal de Los Angeles (California), por sustraer fondos de sus cuentas bancarias mediante un complejo entramado financiero, hasta reducirlo de cuatro millones de euros a 120.000, mientras él se encontraba en una comunidad zen. Y como consecuencia de ello, tuvo que iniciar una gira mundial que le ha traido hasta nuestro pais. "Gracias" a eso, miles de españoles, lo han podido disfrutar en directo.

Él, el gran Leonard Cohen, ha estado a la altura de los grandes y ha cumplido 75 años en el escenario. Eso ocurrió la pasada semana en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

Una semana antes, nos dió un susto .

El incidente se produjo cuando apenas había transcurrido media hora desde que saltara al escenario, en el transcurso del cuarto tema, 'Bird on a wire'. Cohen se encontraba respaldado junto al batería cuando cayó desplomado contra el suelo.

Los miembros de su equipo salieron inmediatamente en su auxilio y lo ayudaron a incorporarse. Pero mientras lo acompañaban fuera del escenario sufrió un nuevo desplome, esta vez sin consecuencias. En esta ocasión, no llegó a precipitarse contra el suelo. Hasta entonces sólo había interpretado tres temas íntegros, 'Dance me to the end of love', 'The future' y 'Ain't no cure for love'.

Había sufrido un corte de digestión y vómitos, pero su situación revistió gravedad. Tras agradecer las muestras de apoyo de los espectadores valencianos, Cohen expresó, además, su deseo de regresar a la ciudad para completar su actuación. Sin embargo, la organización confirmó posteriormente la cancelación definitiva del recital.

El de Valencia era el noveno y penúltimo concierto de su gira en España, que finalizó el día 21 de septiembre en Barcelona. Cohen había llegado a la capital del Turia tras actuar en Bilbao el anterior jueves. Previamente visitó León, Palma, Vigo, Girona, Madrid, Granada y Zaragoza.


Un cumpleaños diferente


Leonard Norman Cohen, poeta, novelista y cantante canadiense, nació en el seno de una familia judia, el 21 de septiembre de 1934 en Montreal. Cohen, canta con una voz peculiarmente grave, ha influido en muchos otros cantautores y sus canciones han sido interpretadas por muchos otros artistas. A causa del pesimismo que irradia su música, la prensa lo ha considerado "el depresivo no químico más poderoso del mundo".

No cabe duda que, los temas recurrentes en la obra de Cohen son el amor y el sexo, la religión, la depresión psicológica, y la música en sí; aunque también ha abordado otros asuntos políticos, lo ha hecho a veces de modo ambiguo.
El amor y el sexo son temas habituales en la música popular; la experiencia de Cohen como novelista y poeta le dota de una sensibilidad especial para tratarlos. Suzanne, probablemente la primera canción de Cohen que atrajo la atención de públicos amplios, mezcla cierto tipo de amor con la meditación religiosa, mezcla que igualmente se produce en Joan of Arc.

Famous Blue Rain coat ofrece el punto de vista de un hombre cuyo matrimonio se ha roto debido a la infidelidad de su esposa con un amigo de él. La canción está escrita en forma de carta a ese amigo, al que escribe: “Supongo que te echo de menos, supongo que te perdono. Debes saber que tu enemigo está dormido y que su mujer es libre” (“I guess that I miss you/ I guess I forgive you… Know your enemy is sleeping/ And his woman is free”), mientras que en Everybody Knows toca varios temas entre ellos retoma su sentido espiritual y trata posiblemente en una estrofa de la cruda realidad del SIDA aunque no directamente.

En Sisters of Mercy evoca el amor auténtico (agape más que eros) que encuentra en una habitación de hotel con dos mujeres de Edmonton y Chelsea Hotel #2 describe su aventura con Janis Joplin de un modo bastante poco sentimental.

Pero, no por eso, deja de ser un verdadero genio poeta y musical a sus 75 años.

Emoción es la palabra que mejor define lo que se vivió en el Palau Sant Jordi. Una emoción intensa y expansiva originada por un puñado de canciones eternas salidas de las entrañas de un cantautor canadiense que esa noche celebraba su 75 aniversario.

Leonard Cohen decidió celebrar una fecha tan señalada en el escenario olímpico barcelonés y las 12.000 personas que prácticamente lo llenaban (se colocaron sillas en la pista reduciendo así el aforo habitual) se lo agradecieron con una ovación de gala cuando apareció trajeado de oscuro, sin corbata y con el sombrero calado hasta los ojos.

Dance me to the end of love marcó un inicio ya en lo más alto. Al finalizar la tercera canción todo el Sant Jordi en pie le entonó el inicio de un emotivo Happy birthday, que acabó en una larga ovación.

Feliz cumpleaños , Genio !!!, en vida te lo digo.
Por desgracia, algunos te conoceran y homenajearan, demasiado tarde.
Pero, mientras hay vida, ya sabes........."La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.".



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