"Que dificil, es llevar un solo rebaño. Con tantas y diferentes ovejas. Unas sanas o tras enfermas. Unas ovedecen a la primera , otras son más esquivas. El Pastor se jazta de conocerlas a todas y sabe que debe decir o hacer a cada una de ellas..".
” Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas.”. "Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen."
JUAN 10:11
Los pastores del tiempo de Jesús dejaban por las noches sus rebaños en un corral común, con un guarda.
Era la manera más fácil de protegerlas de los ataques de los lobos o de los ladrones. Al amanecer, antes de salir el sol, cada pastor recogía sus propios animales y los llevaba a pastar.
Cada pastor ha visto nacer y crecer a sus propios corderillos y los conoce bien. Incluso tiene un nombre para cada uno.
Las ovejas también reconocen el olor y la voz de su dueño y no siguen a otro. Cada pastor entra en el recinto y llama a las ovejas por su nombre. Una vez fuera, las cuenta y, cuando están todas, camina delante de ellas para conducirlas a pastar al campo, haciendo oír su voz para que no se pierdan.
A un extraño, sin embargo, no le siguen. Al contrario, tienen miedo de él y huyen de su presencia, porque no están familiarizadas con su voz.
El verdadero pastor se diferencia claramente de un asalariado. Éste último trabaja por dinero y no le importa la suerte de las ovejas.
Esto se ve cuando llegan los lobos hambrientos a atacar el rebaño. Mientras que, en este caso, el dueño de las ovejas arriesga su vida por defenderlas a ellas, el mercenario huye, pensando sólo en salvarse a sí mismo.
El buen pastor conoce a sus ovejas y es capaz de distinguir las suyas de las demás, conoce las necesidades concretas de cada una, sufre con ellas las inclemencias del tiempo y el cansancio de los desplazamientos, vela por su rebaño, lo proteje de los enemigos que lo amenazan, cura a las ovejas enfermas, alimenta con solicitud a las preñadas, dedica una atención especial a las más débiles.
Por eso, cuan dificil debe ser, pastorear dos rebaños alejados en distancia , de diferentes ovejas, lugares de acogida y todo a la vez. Quizá una estación?, tres meses?.......
Decía la canción del difunto Antonio Machin "Corazón loco". Y en una de sus estrofas , venía a decir...............
"No te puedo comprender corazón loco
no te puedo comprender y ellas tampoco
Yo no me puedo explicar
cómo las puedes amar tranquilamente
yo no puedo comprender
cómo se pueden querer
dos mujeres a la vez, y no estar loco "
Es entonces, cuando damos un giro de 180º, si, 180º...........Nunca de 360º, de lo contrario, estaríamos otra vez en el mismo lugar y con el mismo rumbo.
Entonces, nos damos cuenta que algo así es factible, y además, muy cotidiano. Y si me apuran, va en el espíritu!
Por supuesto, me refiero al Marino.
Si señores y señoras, el Marino.
Ese hombre que viaja para mejorar el rendimiento de su empresa , mejorar su situación económica tanto para él , como para su familia, que le espera en puerto.
Créanme, hay que estar muy enamorado de ambas, la mar, su profesión ..........Y su familia, para llevar dias, semanas, meses..........Sin tocar puesto.
Con mala mar, vientos fuertes, mareos etc.
Todo, por llevar dinero que cubra las necesidades de una familia: alimentación, cobijo, estudios etc.
Si, en este caso, se puede estar enamorado de dos, la mar y su mujer, y no estar loco!.
Por lo demás, en el caso del Pastor, dificil papeleta.............. Que rebaño, le necesita más?
Eso , solo Dios lo sabe!!
Os pido una oración, por El Pastor y el Marino.
Como dice Vittorio Messori, los católicos son la gente del "et, et", de la familia y el trabajo, del amor a Dios y a la mujer, del sueño en el futuro y del arrimar el hombro en el presente, de la alegría y el dolor... eso porque saben amar, y así todo. No renunciamos a nada porque "todo es de Dios" y Él es nuestro Padre.
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