En los años 50 un pueblo español, Villar del Río, se prepara para recibir a los americanos como maná del cielo, creen poder conseguir la ayuda al desarrollo que los americanos ponían a disposición de la Europa de postguerra. Según la película de Berlanga, Bienvenido Mister Marshall, los americanos pasaron de largo, como así fue para España, se retomó posteriormente en el 63. Ahora, 50 años después, España, y casi 5 millones de parados, se aferran a la “locomotora” europea, Alemania. Su presidenta, la señora Merkel, llega a España y ofrecerá trabajo a miles de españoles, ojo, cualificados…..Bienvenida Frau Merkel ¡!!
Angela Merkel llega a España el próximo jueves en plan «Bienvenido Mister Marshall». Hace una semana, la canciller alemana ofreció al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la posibilidad de que mano de obra cualificada de España pudiera trabajar en Alemania. Según datos del Gobierno germano, el país necesita alrededor de 800.000 trabajadores para cubrir sus necesidades de empleo. Alemania acabó el pasado año con una cifra récord de población activa, que superaba los 40,37 millones de ocupados y una tasa de paro del 7,4%, casi una tercera parte de la española.
Pero Merkel y Zapatero , dicen los entendidos del tema, no firmarán ningún acuerdo de cooperación en este ámbito. Estará en la agenda de trabajo de las dos delegaciones, pero no quedará plasmado en un documento. No parece conveniente en estos momentos y tampoco es necesario dada la libertad de tránsito de personas y capitales en la eurozona, que lo hace probablemente innecesario.
Alemania y España son la cara y la cruz de la eurozona. Alemania creció el pasado año nada menos que en un 3,6%; España perdió un 0,2% de su riqueza en 2010. Lo que más contrasta es que Alemania venía en 2009 de vivir un desplome de su PIB del 4,7%, superior incluso al de España, cuya economía cayó un 3,6%. De nuevo hay que creer en el milagro alemán, que en un año ha dado un giro copernicano a su economía. España no puede decir lo mismo. Del -3,6% se pasará a un -0,2%, aunque, eso sí, después de haber logrado invertir la tendencia en los dos primeros trimestres del año y volver al estancamiento entre julio y septiembre.
Para el presente año, Alemania tiene previsto crecer un 2,3% y reducir el número de parados en 300.000, hasta situar la cifra absoluta en 2,94 millones. Sus exportaciones aumentarán un 6,5%, por encima de sus compras en el exterior, y la demanda interna tendrá un comportamiento más modesto, con un crecimiento del 2%. El conjunto de estas cifras permitirá reducir el déficit al 2,5%, medio punto por debajo de la cifra que España ha comprometido para el año 2013. La economía española cerrará 2010 con unas pérdidas equivalentes al 9,2% del PIB, algo así como 90.000 millones de euros.
Existe una expectación desbordada
Ingenieros, especialistas y técnicos esperan con cierta ansiedad la llegada de Merkel. El portal de empleo europeo Eures se ha visto desbordado por las llamadas de los interesados en emigrar. Según la agencia Efe, «se ha iniciado una colaboración entre Eures Alemania y Eures España para el reclutamiento de personal cualificado español para trabajar en Alemania».
El principal problema, lógicamente, es el idioma. Se exige con «carácter imprescindible» un nivel intermedio de alemán. Las principales necesidades de mano de obra están en ingeniería, sanidad, docencia, turismo y hostelería. Antes incluso de conocerse las intenciones del Gobierno alemán, Eures ofertaba ya 18.538 puestos de trabajo en áreas como la informática o la ingeniería y cerca de 11.000 para técnicos y profesionales de física y química.
Esta situación, que por otro lado apunta a solución en parte del problema del paro en España, también nos lleva a décadas atrás, las de la postguerra española y los emigrantes "gallegos" a la Argentina o la de los sesenta del "Vente pá Alemania Pepe". Vaya por Dios, otra película más.
Los datos no son buenos.
Las cifras de desempleo de la EPA son demoledoras y anulan cualquier expectativa de mejora a corto plazo. La dramática deriva del desempleo no alcanza nunca un punto de inflexión y la frustración social crece de manera proporcional a la destrucción del tejido productivo y la competitividad.
La situación ha dejado de ser alarmante para convertirse en insostenible desde una perspectiva económica y emocional.
Con 370.100 nuevos parados en 2010; con 4.696.600 españoles en edad de trabajar observando desde su casa su incierto futuro laboral; con un 20,33 por ciento de paro, el más alto en tres lustros; con autonomías como Canarias, Extremadura o Andalucía próximas al 30 por ciento de desempleo; y con 1.328.000 hogares con todos sus miembros en paro, cualquier análisis es aterrador.
La reforma laboral impuesta por el Gobierno Zapatero tras dos años de indolencia y retrasos, haciendo caso omiso de las unívocas recomendaciones que alertaban de un riesgo de ruina del sistema, no sólo no ha reactivado la actividad industrial o impulsado el consumo, sino que por el momento sólo demuestra ser útil para facilitar los despidos.
Las empresas siguen sin asideros a los que acogerse, sobreviven sin que el crédito fluya, el fomento de la innovación brilla por su ausencia, la creatividad y el espíritu emprendedor se penalizan en la práctica y la subida de impuestos lastra demasiadas expectativas en sectores cruciales.
El diagnóstico no ofrece dudas: aboca a España a un oscuro futuro laboral a medio plazo, ya que, aun en el caso de que España llegase a crecer al 2,5 por ciento en 2013, como prevé el Gobierno -no así el FMI ni la OCDE-, la generación de empleo será escasa, precaria y sometida a un alto grado de temporalidad.
Independientemente a la propuesta de Frau Merkel, los profesionales cualificados españoles, ya han ido saliendo poco a poco de nuestro pais. Por ejemplo: sólo médicos, han salido más de 1.100 el pasado año, a trabajar fuera de España.
Es ahora, en estos momentos, cuando se empezará a valorar la cualificación de los jóvenes. Y por desgracia, seguimos a la cola europea en formación y en cabeza, en ausentismo escolar.
Ahora, Pepe, para ir a Alemania, deberá estar bien cualificado.......
Ojalá cambien las cosas a mejor.....para ello, como dice mi amigo Curro..........."Habrá que hacer cosas........".
Y la canción ?
Por cierto, el estribillo de la canción que cantaban en aquella película de Berlanga, habría que adaptarla a los nuevos tiempos , ya que no son americanos..... sino alemanes. Por lo tanto, quedaría más o menos así.......
"Alemanes,
vienen a España
guapos y amables,
viva el tronío
de ese gran pueblo
con poderío,
olé Frankfurt,
y Munich,
y viva Berlin, que no está mal,
os recibimos
alemanes con alegría,
olé mi madre,
olé mi suegra y
olé mi tía.
El Plan Merkel nos llega
del extranjero pa nuestro avío,
y con tantos parneses
va a echar buen pelo
Villar del Río.
....la música, ya la conocemos.
Que bueno, además de los datos económicos y políticos, la canción ha sido genial. Besitos!!
ResponderEliminarINMA
Será gratis? supondrá algún coste político a España? en cualquiera de los casos será interesante su propuesta sin duda.
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