La población salmantina de La Alberca se encuentra situada en un lugar privilegiado de incalculable belleza paisajística. Siendo uno de que destaca por la arquitectura popular de sus casas en piedra y madera, que llenan las calles y plazas de un especial encanto.
En muchas de estas casas podemos encontrar anagramas con inscripciones de su fe o fecha de la fundación.
La alberca ha vivido a lo largo de los siglos con tres culturas diferentes, judaica, islámica y cristiana.
El nombre viene del pueblo árabe que la llamó Al-Bereka y significa estanque o acequia.
Ellos dejaron diferentes técnicas de cultivos, canalización y aprovechamiento de las aguas.
Una de sus tradiciones más curiosas es la de la presencia del Cerdo de San Antón por sus calles. El animal es alimentado durante el año por los vecinos para ser sorteado el 17 de enero en la celebración del día de San Antón.
El día 13 de Junio, festividad de San Antonio de Padua, se celebra en La Alberca un acontecimiento especial; un cerdo, también conocido como garrapato o marrano, se suelta por las calles después de haber sido bendecido, y de que se le coloque una campana en el cuello; es el Marrano de San Antón, que permanecerá suelto por el pueblo hasta el día 17 de enero, San Antón, día en el que será sorteado. Este cerdo vaga libremente por el pueblo, y los encargados de alimentarlo son los propios vecinos, que en muchas ocasiones también lo cobijan en alguna cuadra por la noche. Antiguamente este cerdo era cebado por los vecinos, y después se entregaba a la familia más desfavorecida o pobre; en la actualidad el cerdo es subastado, previa compra de unas papeletas. La recaudación de estas se destina a obras sociales o a una ONG.
El Sábado…………empezó todo!!
Y así ha sido, La Alberca ha celebrado este sábado la bendición del marrano de San Antón, un cerdo que vagará hasta el próximo 17 de enero por las calles del pueblo y que será engordado por turistas y vecinos.
Se trata de un ritual que cuenta con más de cinco siglos de historia y que recuerda "a los judíos y moros que, obligados por la Inquisición, tuvieron que convertirse al cristianismo", ha manifestado el concejal de Cultura de La Alberca, Jesús Pascual.
Los judíos que se convirtieron, para demostrar su cristiandad, compraban cada año un cerdo, lo engordaban ellos mismos y el día de San Antón, 17 de enero, lo rifaban entre las gentes del pueblo. "Todo lo que obtenían de la rifa lo donaban a la parroquia de La Alberca", ha afirmado Pascual.
La Alberca, ubicada en la falda de la Sierra de Francia de Salamanca, se convirtió a finales del siglo XV en uno de los refugios más seguros para los judíos, de ahí que se institucionalizaran tradiciones como la del marrano de San Antón, con el fin de que no fueran castigados por La Inquisición.
El párroco encargado de presidir la bendición ha sido, por primera vez, Leonildo Ramos, que, como manda la tradición, ha derramado el agua bendita sobre el animal en la Plaza de la Iglesia, junto al monumento de piedra del marrano de San Antón.
A partir de hoy, el cerdo pasará su vida deambulando por las callejas de La Alberca, primer municipio de España que fue declarado Conjunto Histórico Artístico, en 1940, y una de las localidades más turísticas de la provincia salmantina.
El animal se acostumbrará a ser acariciado y no tendrá ningún reparo en comer todo aquello que le echen. Así hasta el 17 de enero, cuando se celebre la rifa del marrano de San Antón en la Plaza Mayor.
Curro, que cree ser “cristiano viejo”, dice que del cerdo o marrano…………” Me gusta hasta los andares”…………Es un decir.
Además, sigue ocurriendo cosas divertidas a pesar del Mundial!!!!!
angel tu y yo con una botellita de vino y unas costillitas del cerdo este y previamente con un poquito de jamon,no estaria mal no?soy moncho, un abrazo
ResponderEliminarQue grande eres, Moncho!!!
ResponderEliminarA nosotros, no nos dejan acercarnos a ese pueblo. El cerdo, no llega al verano !!!!
Un abrazo
Conces mi tierra mejor que yo (yo no sabía como se llama el cura, pero la cara del cerdo me suena). Es una zona preciosa. A escasos kilómetros está el Santurario de la Virgen de la Peña de Francia. Es una montaña que se levanta a la espalda del pueblo. Si vuelves por allí no dejes de visitarla.
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