Your Raise Me Up - Andrea Ross
Aprovechando que seguimos en el mes de Mayo, mes de la Mujer, quiero hacer hincapié en un tema que, cada día del año, afecta a las personas que tenemos un mínimo de sensibilidad. Sobre todo, si cada vez que pones la televisión, la radio, lees el periódico tradicional o el digital..........rara vez, no aparece una noticia sobre violencia de género. Una forma muy sutíl de llamar a maltratos, palizas, puñaladas, disparos etc. etc., que en su mayoría, sufren las mujeres.
Como dicen en Castilla..........."para muestra, un botón"...
Sólo en Andalucía, el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) atendió 2.938 consultas relacionadas con asuntos de violencia de género durante el primer trimestre en la comunidad. Además, mediante su otro mecanismo de ayuda, el teléfono 900 200 999, dio cobertura a otras 2.716 consultas por violencia machista entre el pasado enero y marzo.
Hace unos meses, tuve la oportunidad de publicar un artículo sobre " Las mujeres desaparecidas y asesinadas de Ciudad Juarez, México". Lo publiqué en varios blogs y a la vez otros blogueros se hicieron eco del post y se le dió más difusión........al día de hoy, no les voy a engañar, aún con el ejército mexicano en esa triste ciudad, poco a cambiado.
Hoy me congratulo, aunque la violencia continúa, de algunas buenas noticias. Gracias a un estudio de La Universidad de Huelva(España), se puede detectar y prevenir en buena manera la violencia de genero en la adolescencia.
Aunque no son marido y mujer, pero se insultan y se pegan como lo hacen demasiados adultos. La violencia de género en los noviazgos de adolescentes no es una anécdota. Un 12% de los adolescentes reconoce que en una ocasión o más ha pegado o empujado a su pareja.
El dato procede un estudio realizado con 962 adolescentes con una edad media de 15 años de siete institutos de enseñanza secundaria de Almería. Elaborado por el Instituto Andaluz de la Mujer y la Universidad de Almería, el trabajo desvela, que hasta un 7% de los chicos reconoce haber dado una bofetada en más de una ocasión a su novia, un 16% confiesa haberlas empujado y un 6% admite haberlas amenazado con algún objeto.
Ante estas cifras, cobran fuerza los programas educativos impartidos en colegios e institutos, como el desarrollado por la Universidad de Huelva, ya que, además de necesarios resultan eficaces para la prevención presente y futura de los abusos en la pareja.
"Creemos fundamental que experiencias como la nuestra dejen de ser algo testimonial, fruto del voluntarismo, y se realicen de forma generalizada, tengan una continuidad en el tiempo y estén insertadas en la dinámica y el curriculum de los centros escolares", concluye Ángel Hernando Gómez, del Departamento de Psicología de la Universidad de Huelva en su artículo publicado en 'Apuntes de Psicología'. Una posibilidad que sería factible si finalmente se alcanzara el "acuerdo que se está gestionando con la delegación en Huelva del Instituto Andaluz de la Mujer para impartir el programa en los centros de secundaria", confiesa a el mundo.es el profesor Hernando.
Este experto hace referencia al proyecto de prevención sobre violencia de género llevado a cabo con 22 alumnas y seis alumnos de 16 a 18 años de primer curso de Bachillerato, en la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales. El centro estaba ubicado en una zona de Compensatoria del extrarradio de Huelva capital.
Tal y como reconoce el autor "pudimos elaborarlo revisando la literatura existente y las experiencias que se habían realizado en el ámbito español e internacional".
Mujeres mayores y casadas
La normalización de la "violencia de género en la adolescencia es mayor si cabe que en otras edades, ya que ellos y ellas son capaces de describirla, conocen casos, pueden identificarla sobre el papel pero, en general creen que se trata de algo que sólo le ocurre a mujeres mayores que están casadas", se recuerda en el estudio.
Se debe añadir a este hecho el que "determinados comportamientos, que están en la base y en el inicio del problema, como los celos y el control exagerado, para muchos adolescentes son síntomas de amor y preocupación por la pareja y no lo ven como el posible germen del problema".
Por todos estos motivos, la prevención "de todas las formas de violencia de género comienza por la educación en la igualdad... Hay que educar e informar al alumnado adolescente", defiende el autor del trabajo.
En su programa educativo, las acciones se llevaron a cabo en tres fases a lo largo de dos meses con 14 sesiones de trabajo, seis de una hora de duración y ocho de dos. La primera estuvo destinada a detectar las ideas (mitos, conocimientos falsos) que los participantes tenían sobre el tema, mediante cuestionarios, además de un debate dirigido por un moderador.
En la segunda se procedió a la proyección de la película 'Te doy mis ojos' de Icíar Bollarín, en la que Pilar huye de su casa con su hijo debido a los malos tratos propinados por Antonio a lo largo de nueve años de matrimonio.
Una vez que fue visionada se les pidió que rellenaran en casa unos cuestionarios (resumen de la cinta, comentar los hechos más impactantes, opinión personal sobre el tema... ). Asimismo se les entregó varios documentos ('Mitos y creencias erróneas' y 'Prevención de la violencia durante el noviazgo') que se trabajaron primero en grupos de cuatro y luego con todos los alumnos, participando en una discusión sobre el tema.
La última fase trató de medir si los alumnos habían cambiado sus ideas previas sobre la violencia de género, mediante un debate y un cuestionario.
Así por ejemplo, mientras que antes de iniciar el programa un 75% de los alumnos creía que la culpa del maltrato la tiene la mujer por seguir conviviendo con el hombre que le pega, tras el curso sólo un 28,6% opinaba de esta forma.
Aprender a detectar el maltrato
Con su desarrollo "se ha conseguido un cambio en las actitudes que justifican la violencia en las relaciones de pareja. También se ha posibilitado un aumento en el conocimiento de los aspectos englobados en esta problemática y una fuerte disminución de los mitos e ideas erróneas subyacentes al fenómeno de los abusos que ya son ampliamente negados y cuestionados", rezan las conclusiones del ensayo.
Positivo también resulto el hecho de que "los participantes aumentaran su capacidad para detectar comportamientos de pareja que pueden significar un inicio de control exagerado o violencia, lo que incrementa su capacidad para reconocer el maltrato psicológico, físico y sexual", agrega el autor. Los alumnos aprendieron también a saber qué hacer y dónde acudir en caso de abusos.
Tras los buenos resultados obtenidos, el profesor Hernando recomienda que para maximizar los resultados es necesario que las "intervenciones vayan acompañadas de otras destinadas a los demás componentes de la comunidad educativa, así como a los progenitores a través de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, "que pueden colaborar en la prevención de la violencia".
Eso sí, digo yo, siempre que las leyes les den margen de autoridad tanto a los padres y madres, como a los educadores.........
Entiendo que con las nuevas leyes que se han aprobado y que repercuten en las chicas menores de edad, dejan a padres, madres, tutores, educadores etc.........sin margen de maniobra y puede ser lo más parecido a unas buenas intenciones.......y nada más que eso.
O como decía el exministro de Asuntos Exteriores español, D. Francisco Fernández Ordóñez (q.e.p.d) "Es más fácil cambiar las leyes que las mentalidades y las inercias."
Paso poco por esta comunidad. pero no querìa dejar de saludarte Angel. Cariños desde Argentina :)
ResponderEliminarGracias Claudia
ResponderEliminarTu siempre tan atenta
Agradezco los ánimos que me has dado, en estos dias tan tristes.
Besote